Improvisando una sesión
Hay veces que lo que tienes planteado no sale tal cual dictaba el planning. Es por ello que hay que improvisar, amoldarte a los elementos que tienes a tu alcance y darle un sentido a lo que quieres realizar.
Esto es lo que nos pasó con la peque Silvia. La idea de Juan era algo totalmente distinto, pero elementos ajenos hicieron que la idea inicial quedara aparcada para un futuro, así que tocó improvisar para aprovechar el tiempo y generar un material ciertamente interesante.
Bajo la complicidad que ambos tienen, pudimos sacar un par de series bastante divertidas. Por un lado, unas divertidas fotos de “pareja”.
Por otro, y ayudados de algo de atrezzo –una lata de Coca-Cola usadas en su última campaña de marketing con un mensaje que nos venía “al pelo”-, una historia de amor imposible 😉
Aquí tenéis toda la serie completa.
Esto refrenda la idea que cuando hacemos fotos a peques hay que tratar de que se sientan lo más cómodos posibles, que lo vean como un juego, porque serán más naturales, serán ellos… y nos ofrecerán registros que siempre son mágicos. En este caso, teníamos la mitad del camino recorrido con Silvia, aunque el que estaba detrás de la cámara –en este caso yo- era alguien totalmente desconocido para ella, pero entre risas, poses de un servidor y bromas varias conseguimos generar un ambiente ideal para disfrutar haciendo fotos.







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